miércoles, 14 de mayo de 2008

Niveles de la lectura

tres macroniveles de lectura:

1. Nivel de lectura descriptiva o literal:

Podemos subdividirlo en dos subniveles, pero en ambos de lo que se trata fundamentalmente es de dar cuenta de qué dice el texto.

a. Subnivel literal básico o primario:

Nos permite captar lo que el texto dice en sus estructuras de manifestación. En otras palabras, se trata simplemente de reproducir la información que el texto nos suministra de manera explícita y directa: de identificar frases y palabras que operan como claves temáticas. En este nivel, todavía no nos preguntamos por qué el texto dice lo que dice ni cuales son, por ejemplo, sus intenciones ideológicas y pragmáticas. Sin embargo, no es conveniente subestimar este nivel literal básico como un nivel de extrema superficialidad y mínimos alcances.

b. Subnivel literal avanzado o secundario:

Constituye un nivel de mayor calificación que el anterior. Ya no se trata sólo de reproducir literalmente la información explicitada sino de reconstruir o de explicar con otras palabras lo que el texto enuncia en su estructura semántica de base.
A este subnivel, corresponden dos prácticas necesariamente reguladas por la comprensión básica del texto original: la paráfrasis y el resumen.

La paráfrasis es una estrategia de enorme importancia para los estudiantes que apenas inician un curso de composición escrita: orienta sus lecturas hacia temas de interés científico y cultural, motiva la reflexión sobre dichos temas y permite que el texto original sirva de estructura modelo en la composición de uno nuevo.

La elaboración de una paráfrasis consta de dos pasos:

1. Se identifican las proposiciones que subyacen tras las oraciones que conforman el texto elegido.
2. Y con base en la labor anterior, se reconstruye el texto por medio de una versión propia

Veamos un ejemplo sencillo de paráfrasis del siguiente fragmento:

"[La moda implica una cierta fluidez de la estructura social de la comunidad.] [Deben existir diferencias de posición social,] [pero debe parecer posible salvar estas diferencias.] [en una jerarquía rígida la moda es imposible".]

(Los corchetes indican las cuatro proposiciones identificadas)

“La moda conlleva una determinada flexibilidad en la estratificación social de un conglomerado. Es necesario que haya diferencias en la escala social: sin embargo, debe ser factible soslayar esas diferencias: en una organización rigurosa la moda no podría existir".

En este primer nivel de lectura descriptiva, el procedimiento de aproximación a los textos comprende varias tareas:
  • a. Una lectura global del texto, con el propósito de hacerse a una idea general de la temática desarrollada,
  • b. Analizar cada uno de los párrafos: reconocer las unidades oracionales, captar su sentido y jerarquizarlas en oraciones principales y secundarias,
  • c. Suprimir información accesoria e identificar el tema o núcleo informativo fundamental, es decir, minimizar la cantidad de información gráfica que es necesaria para producir el significado,
  • d. Realizar generalizaciones que permitan condensar la información. e. Reconstruir el texto de manera concisa y coherente. Sin embargo, todo este procedimiento se invalida si el texto elegido no resulta significativo para el lector.
La lectura descriptiva constituye la experiencia que predomina en el ámbito académico. Según Jurado Valencia (1997:92), en este nivel “el sujeto lee con la preocupación de la evaluación académica, y no tanto desde la evaluación textual, auténtica, presupuesta en todo lector analítico”

El lector puede explicar con otras palabras lo que el texto enuncia. Decir de qué se trata lo que lee.

2. Nivel de lectura interpretativa e inferencial:

Este nivel que exige cooperación y participación del lector, quien deberá, entonces, inferir o concluir lo no explicitado por el texto. Conduce a encontrar qué quiere decir lo que dice el texto y qué es lo que el texto calla. Esto equivale, en otras palabras, a reconocer que un texto comprende tanto lo dicho —lo explícito— como lo no dicho —lo implícito—.
Es el momento de preguntarse por qué el texto dice lo que dice, qué es lo que no dice y cuáles son sus presupuestos e intenciones ideológicas y pragmáticas. Las inferencias que nos permiten producir un texto escrito no son todas de la misma naturaleza. Comparemos algunas inferencias de una frase como (1) “Juan era pobre, pero honrado”.

(a). Los pobres generalmente no son honrados
(b). La pobreza es consecuencia de la honradez
(c). La pobreza esta asociada con la deshonestidad
(d). Riqueza y honradez están emparentadas
(e). Pobreza y honradez tienden a excluirse
(f). La pobreza obedece a un comportamiento virtuoso

Las inferencias (a),(b) y (e) se establecen sobre la base de lo que se dice. Mientras que las inferencias (c), (d) y (f) se establecen sobre la base de un contenido implícito en los elementos léxicos, en la estructura sintáctica del enunciado o en la información contextual.

Ahora bien, si comparamos las frases (1) “Juan era pobre, pero honrado” (2) "Juan era pobre y honrado”, podemos concluir que son equivalentes desde un punto de vista lógico-semántico, pero no desde un punto de vista ideológico y pragmático. Las inferencias de (1) no pueden ser, en consecuencia, iguales a las de (2).

La lectura interpretativa puede tener tantos subniveles como competencia textual , propósitos e intereses tenga cada lector. Además de las tareas descritas en el nivel anterior, el lector establece relaciones y asociaciones de significado y de contenido, que le permiten identificar las distintas formas de implicación, de inclusión o exclusión, presuposición, causa-efecto, espacialidad, temporalidad, etc., inherentes a determinados textos.

En este nivel, asumimos la lectura como una auténtica práctica semiótica, como un proceso dinámico y flexible de interpretación, que requiere de un lector dialógico, capaz de leer, además del texto, el pretexto, el subtexto, el ¡ntertexto y el contexto. Leer de esta manera nos prepara, desde luego, para leer la vida.

Son varias las acciones que se pueden adelantar para inducir a una lectura interpretativa. La primera: darle mundo al texto, crear los presupuestos de lectura y activar los esquemas de los lectores. La secunda: impulsarlos a aseverar el sentido explícito y a develar los implícitos a través de un recorrido por los componentes de la textualidad. La tercera: orientarlos para que realicen la lectura de cualquier componente textual en relación con los demás componentes y de todos ellos con el intertexto y el contexto.

Observemos como con estas acciones hemos aludido a una lectura triple:

1. presupositiva
2. aseverativa y
3. implicativa o inferencial.

Si la lectura lo ha motivado, el lector participará completando lo no explícito por el texto. Llenará los espacios y silencios dejados por él. Responde a la pregunta ¿Qué quiere decir lo que dice el texto?,¿qué es lo que el texto omite?, ¿por qué el texto dice lo que dice?,¿ Cuáles son sus sustentos ideológicos, sus argumentos, sus puntos de vista?. Es decir, la idea que se cuenta.

3. Nivel de lectura crítica o valorativa:

Está considerado como un nivel de alta complejidad y de enorme productividad para el lector. Comprende en su totalidad los dos niveles anteriores.
Según el tipo de texto, la valoración es posible desde variadas perspectivas. Son múltiples las ópticas desde las cuales el texto puede ser interrogado. Pero, en todos los casos, el sujeto lector lo somete a una minuciosa evaluación crítica.
Esta lectura referencia valoraciones y juicios, elaborados tanto a partir del texto leído como de sus relaciones con otros textos; lo que necesariamente deberá conducirnos a la escritura de uno nuevo. Sin duda, lo anterior equivale a poner en plena actividad la enciclopedia cultural o competencia intelectual del lector.
Lo que más nos interesa destacar de la lectura valorativa es su vínculo imprescindible con la escritura; sólo la escritura nos permitirá dotar de una estructura cohesiva y coherente esa valoración crítica del texto leído. Por lo tanto, si pretendemos evaluar, de manera efectiva, la calidad de nuestra interpretación de un texto complejo, el mejor reto será escribir sobre él.
En el proceso de lectura se emplea una serie de estrategias. Ya hemos dicho que una estrategia es un plan de acción para lograr un objetivo. En este caso, ese plan es un amplio esquema diseñado y desarrollado por un lector con el propósito de obtener, evaluar y utilizar información.
Como cualquier otra actividad de los seres humanos, la lectura es una conducta inteligente. El cerebro es el centro de la actividad intelectual humana y del procesamiento de información.
Se diseñan estrategias para la lectura, pero ellas también se desarrollan y modifican durante la lectura. De lo contrario, no tendría sentido referirnos a la lectura como un proceso dinámico y flexible

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