Es la actitud con que el hablante lírico muestra su subjetividad a través de la descripción del paisaje, de personas, de animales o de la narración de hechos. Emplea, sobre todo, la tercera persona gramatical (pronombres: él, ella, lo, ellos, ellas, los, se). Corresponde a la función referencial o representativa del lenguaje. El yo está frente a un ello, frente a un ente, lo capta y lo expresa. Uso de la descripción.
Ejemplo 1:
“Uno le dice a Cero que la nada existe
Cero replica que Uno tampoco existe. Porque el amor nos da la misma naturaleza
Cero más Uno somos Dos le dice
Y se van por el pizarrón tomados de la mano
Dos se besan debajo de los pupitres
Dos son uno cerca del borrador agazapado
Y Uno es Cero mi vida
Detrás de todo gran amor la nada acecha.
Óscar Hann. Escrito con tiza
Ejemplo 2:
“Como en juegos los niños bajan a picotear las horas hasta deshojarlas y ponerlas a arder como si nada en el resuello del cielo, porque los niños no saben que juegan con fuego y que hasta las palabras de la creación son puro humo.
Pero los relojes no hallan qué hacer con sus ventanas rotas por donde las estaciones manan a gritos huyendo a manos llenas entre la ornitología sobresaltada de los infantes a todo color.
Y como en juegos salvajes las horas bajan a picotear el rostro abierto de lo niños asustados que hacen lo posible por escapar, hacerse humo, tomar las de villadiego internándose edad adentro a la velocidad más que astuta de los años.”
2 comentarios:
Esta bueno pero, es muy largo el Ej.
hermozoo ejemploo *-*
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