La literatura permite viajar a mundos desconocidos, extraños, conoces mundos mágicos o más propios de los sueños, como también vivir en tiempos pasados, futuros o paralelos a nuestra realidad. La literatura te traslada a ambientes muy distintos al tuyo, pero también te muestra historias y experiencias vividas por personas muy parecidas a ti, que se visten igual. Que tienen edades similares, que se parecen a tus padres o profesores o que podrías identificar fácilmente si sales a la calle. Como sea el caso, un libro sin pretenderlo, puedes encontrar algo de ti mismo.
Cuándo lees, estableces un pacto implícito con el autor del texto, en el cual entiendes que lo expresado a través del lenguaje es una ficción una invención, un artificio.
Esa ficción esta dada por los personajes, por el tiempo de la narración, por el tiempo de narración, por el tipo de acontecimientos, por los espacios, por los modos de escritura, por las metáforas, pero también, por los elementos de orientación del lenguaje, cuya referencia depende de la situación de enunciación, como los pronombres o adverbios de tiempo y lugar.
Por ejemplo en la “Compuerta número 12”, el capataz, le dice al minero:
Al leer; tú sabes que dice ayer, se refiere a un tiempo propio del cuento, y no al día anterior al de hoy.
El carácter ficcional está expresado también cuando comienzas a leer un texto denominado “literario” porque prestas una atención especial, distinta que cuando lees un manual, una receta de cocina o una noticia.
Esa atención espacial es la que predispone a encontrarte con situaciones, personajes, usos del lenguaje, espacios, etc., distintos a los de un texto que lees con el fin de buscar información, como por ejemplo, un manual de primeros auxilios. En el caso del discurso literario, sabes de antemano que te vas a encontrar con un mundo creado distinto y no cuestionas, si lo que allí encuentras pasa en la realidad o no, es decir, te entregas a ese mundo que el texto te propone.
La literatura crea diversos mundos ficticios atendiendo al tipo de realidad que representa.
TRES GRANDES GÉNEROS LITERARIOS
Cómo lector cada vez que te enfrentas a la lectura de un texto debes aplicar ciertos conocimientos adquiridos por tu experiencia. Uno de ellos es constatar si lo que lees pertenece a un texto literario o no literario específicamente, si lo que vas a leer pertenece a una realidad friccionada a los hechos concretos ocurridos en un momento determinado, a una definición de un término científico, etc.
De la misma manera, te enfrentas a la literatura distinguiendo si lo que lees es un poema, una narración o una obra dramática y en cada caso tienes expectativas diferentes de lo que vas a encontrar en la lectura, es decir, te predispones para encontrar un tipo de género literario particular.
Sin embargo, la clasificación en géneros que puede parecer tan evidente y clara, como si hubiera nacido junto con la literatura, ha pasado por varias discusiones a lo largo de la teoría de la literatura.
LOS GRANDES GÉNEROS LITERARIOS son estructuras narrativas o modelos de la literatura determinados por convenciones sociales, históricas y estéticas. Son clases particulares de discurso con reglas y normas que ordenan el accionar del autor, quien escribe en función del sistema genérico existente, aunque no necesariamente de acuerdo con él. También se pueden entender como una manera de dividir la literatura.
Para un lector, los géneros son un conjunto de convenciones y expectativas que le permiten suponer que si está leyendo una novela, debe ir en la búsqueda de personajes, hechos, indicadores de tiempo, indicadores de lugares, etc.
Si lees un poema, esperas encontrar la expresión de un sentimiento poderoso, o también un trabajo de asociación e imaginación sobre el lenguaje; y si está frente a una obra dramática; buscará los nombres de los personajes antes de cada parlamento y las acotaciones del autor, sin aspirar que un narrador le cuente la historia.
LOS TRES GRANDES GÉNEROS LITERARIOS SON:
- NARRATIVO
- LÍRICO
- DRAMÁTICO
La clasificación en géneros va de la mano con la historia, porque se puede configurar una descripción de los géneros literarios a partir de la predominancia en el mensaje literario de algunas funciones sobre otras.
Es así como se define que la función poética (esto es, aquella que destaca la forma material del mensaje), es la función que caracteriza a todos los textos literarios.
Si ella se combina con la función referencial. (Que atiende a la relación del mensaje con su referente), estamos frente a una OBRA NARRATIVA.
Si se combina la función Apelativa (énfasis del mensaje en su receptor, un tú es apelado), estamos frente a una obra del GÉNERO DRAMÁTICO.
Si se combina de modo preferencial con la función Expresiva (aquella que denota la interioridad del hablante), estamos frente a un ejemplo del GÉNERO LÍRICO.
Esta clasificación se basa en la predominancia de alguna función, lo que no excluye la presencia de las otras funciones del esquema de la comunicación. Del mismo modo, el principio clasificatorio aristotélico, así como todos los que han usado a lo largo de la historia de la reflexión genérica, consideran que en una misma obra se dan características de los otros géneros.
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