sábado, 17 de mayo de 2008

Argumentación

La argumentación es una actividad social, intelectual y verbal que sirve para justificar o refutar una opinión y que consiste en una constelación de enunciados dirigidos a obtener la aprobación de la audiencia.

Una argumentación es un diálogo en el que un sujeto (el enunciador) presenta una serie de argumentos con los que pretende modificar la conducta de otro sujeto (el enunciatario), de forma que éste último acepte la tesis propuesta por el primero.

La palabra argumento se aplica a un discurso con referencia a un contenido que se dirige al interlocutor con finalidades diferentes.

argumentar

  1. intr. Aducir, alegar, poner argumentos.
    ♦ Se construye con la prep.
    contra: argumentar contra la propuesta. También tr.:
    argumentó muy bien su teoría.
  2. Disputar, discutir:
    argumentaron durante mucho tiempo sin llegar a un acuerdo
argumento.

(Del lat. argumentum).
1. m. Razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición, o bien para convencer a alguien de aquello que se afirma o se niega.

LUEGO ENTONCES, ARGUMENTAR ES LA ACCIÓN DE DAR UN ARGUMENTO

La argumentación es un modo de organizar el discurso que pretende conseguir la adhesión de un auditorio a las tesis u opiniones que sostiene el autor. La argumentación se utiliza normalmente para desarrollar temas que se prestan a cierta controversia.

La argumentación se identifica con el enunciado de un problema o situación que admite posiciones a favor o en contra de una tesis (opinión que se defiende). Argumentar es, por tanto, aportar razones para defender una opinión.

Toda argumentación tiene un carácter dialógico, es decir, presupone un diálogo con el pensamiento del interlocutor para transformar su opinión (tesis y argumentos, por un lado; antitesis y contraargumentos, por el otro). Por ello se ha de presuponer la existencia de dos o más interlocutores (el escritor y su/s oponente/s). De aquí se deduce la necesidad de tener en cuenta al destinatario (identificarlo, conocer sus gustos y valores, prever su opinión...) para seleccionar los argumentos o premisas más adecuados y eficaces, y para contraargumentar (exponer razones que contrarresten o invaliden los razonamientos ajenos).

Como práctica social, la argumentación implica una forma específica de interacción ante la presencia de una discrepancia o conflicto. Tanto en la participación en distintas instancias de la vida pública como en el ámbito privado, la argumentación ofrece una alternativa a las formas directas de la imposición o la violencia para resolver situaciones problemáticas en las que no existe consenso. Desde un punto de vista pragmático, la argumentación es un acto de habla complejo cuyo propósito es contribuir a la resolución de una diferencia de opinión.

De todo esto concluimos que la argumentación es:

Cada vez que defendemos nuestras opiniones y juicios sobre alguna postura determinada, por ejemplo , cuando nosotros preferimos un libro sobre otro, debemos apelar a todos los fundamentos que tengamos o buenas razones que tengamos para convencer a la otra persona de llevar ese libro.

Todas esas buenas razones son argumentos y dependiendo de su consistencia, lograremos o no convencer a esa persona de que nuestra opinión es la acertada.



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